miércoles, 20 de abril de 2011

Reunión 2.1: Estado y regulación económica

Grupo 5.1

12 de abril de 2011


Iglesias, E.: “El papel del Estado y los paradigmas económicos en América Latina”, Revista de la CEPAL, Nº 90, dic. 2006, pp.7-15

Se empieza aportando la información transmitida por el autor. En primer lugar, se apunta que la realidad latinoamericana es compleja debido a la amplitud de paradigmas empleados en la región. Son dos:

  • CEPAL: Relaciones entre centro y periferia.

Se centra en la transformación del modelo sustitutivo a otro más desarrollista.

Dicho modelo se va agotando para dar paso al establecido por el Consenso de Washington.

  • Consenso de Washington: nueva concepción del Estado. Fuerte mercado con poca intervención estatal en los asuntos económicos.

Algunas de las conclusiones que se empiezan a derivar de la información extraída, es que ambos paradigmas –CEPAL y el del Consenso de Washington (CW)- hablan de conceptos de Estado que están alejados de la realidad.

El autor ve viable la eficiencia, en el mercado, de un Estado centrado en la productividad, lo que da pie a los objetivos que debe tener el mismo. Estos, serían además de los nombrados:

  • Disminuir las desigualdades sociales.
  • Consensos nacionales
  • Inserción en el campo internacional.
  • Empleo de la tecnología.

Surge un debate sobre el escaso desarrollo, aportado por E. Iglesias, de los métodos a emplear para lograr esos objetivos, lo que da pie a creer que el autor camina por la senda del medio entre la tesis cepalina de otorgar un mayor peso en las funciones del Estado y las del CW que proponen un Estado menos “planificador”.

Conclusiones grupales:

La brevedad del texto sólo deja claro el papel del Estado, sin mojarse en sus asuntos.

Hubiese sido interesante explicar las consecuencias que se derivaron de los paradigmas anteriores para poder explicar el actual.

El texto analiza el papel que ha jugado el Estado en los procesos socioeconómicos según ambos pareadigmas.

Se hace hincapié con un símil en la posición que toma el autor entre la relación del Estado con el mercado, pareciendo que va por un desfiladero que camina entre ambos.


Stiglitz, J.: “El rumbo de las reformas. Hacia una nueva agenda para América Latina”, revista de la CEPAL, Nº 80, agosto 2003, pp. 7-40.

El texto de Stiglitz da la sensación de ser más profundo debido a que es una persona académica y no tan oficialista como lo pueda ser enrique Iglesias.

El siguiente artículo hace un breve repaso de las reformas macroeconómicas que se llevaron a cabo desde la década de los cincuenta en adelante para centrarse en la de los ’80. Dichas reformas, por lo que comenta el autor, no son equilibradas debido a las privatizaciones que se produjeron en varios sectores de la economía latinoamericana en detrimento del sector público, lo que dio pie a una falta evidente de redistribución.

Otras de las consecuencias de las reformas, es que produjeron incrementos en la pobreza con descenso, además, del desarrollo.

En los años 80 no hubo una divergencia social respecto a años anteriores. Las causas serían las siguientes:

  • “Shock exógeno”: Se debe principalmente por la deuda ya que los tipos de interés, principalmente proveniente de los EE.UU subieron y los países deudores no pudierons asumir el incremento de estas tasas de interés.

  • Factor interno de no divergencia social: truncamiento del proceso de desarrollo industrial.

Otro factor que merece especial mención es el detrimento del medio ambiente en pro del dinero rápido que facilitaba la exportación de materias primas. Un último factor es que el flujo de capital produjo muchos gastos.

A continuación Stiglitz pasa hablar del Consenso de Washington y de la nueva agenda.

En cuanto al aporte de Stiglitz del CW nos hace un balance de las causas de la crisi económica que de el se derivó. Una de ellas es el ya mencionad “shock exógeno” en el cual el capital a corto plazo no supuso un crecimiento real, ya que es un capital especulativo que produjo otra mayor subida en los tipos de interés. Otra causa es la falta de previsión que tuvo el CW de la crisis, ya que se pensó desde un primer momento que todas las medidas acabarían en un crecimiento económico. Consideramos que son políticas de “chorreo” no para prevenir la crisis sino que se emplearon como parches.

Por lo que respecta a la nueva agenda el análisis de lo que sucedió en años anteriores permitiría crear nuevas aportaciones. Si algo se aprendió del incremento de la pobreza ocasionada desde los años 50, es que una mayor inversión en la educación aumentaría el nivel de vida. Así pues, ciertas políticas públicas regularon mercado lo que dio pie a que se recuperasen derechos laborales.

Conclusiones grupales:

Mercado/Estado: la mano invisible no existe y eso no se dio en el Consenso de Washington.

No hay un único modelo para todos los países, sino que cada uno tiene el suyo. Y eso también lo ignoró el CW.

Conclusiones del texto de Enrique Iglesias y de Stiglitz:

No es suficiente el incremento del PIB para la estabilidad en la región y su desarrollo.

Stiglitz es más humanista, incide más en su punto de vista y E. Iglesias posee una visión desde una posición más influyente.

Muchas élites importaron de otros lugares ajenos a la región modelos que les interesaban.

Finot, I.: “Descentralización y participación en América Latina: una mirada desde la economía”, revista de la CEPAL, Nº 78, dic. 2002, pp. 139-149

Hasta la crisis hubo políticas de centralización.

Texto en el que se hace difícil separar la crítica del análisis.

Más competitividad en la región, se habla de cómo debe ser la descentralización, algo incompatible con la gobernabilidad.

Confusión entre los medios y los fine.

Empresas latinoamericanas que entren en la libre competencia pero no a cualquier condición.

Hay bienes que deben ser descentralizados según el territorio, pero no los sectores básicos como la educación o la sanidad ya que son iguales en todos los países. Diferenciación entre unos bienes y otros según las zonas, por ejemplo el transporte.

En cuanto a la participación esta debe estar basada en que cada territorio elija cómo aplicarla.

Se echa de menos la cuestión de la progresividad, es decir, procesos que hables de la desigualdad o que los países que más tengan den a las que menos tienen.

(Borja Romero García)

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